Ay de aquél pobre que un día
se creyó el eje del Mundo
por haber nacido en cuna
con sábanas de organdí.
Se obsesionó ciegamente
en ser un predestinado
y se pasaba los días
murmurando para sí:
"no hay un ser en la Tierra
con mas derecho que yo
a disfrutar de la vida!
y aunque alguien me maldiga
no pienso ceder en ello
pues son evidias nocivas
de pobres y de plebeyos"
Fue tan senil su creencia
y tan fuerte su sentir
que hasta a su misma mente
la educó para mentir.
Se sintió tan superior
que no hubo ser en el Mundo
que le negara razón;
y así se fue convirtiendo
en un ser déspota y mezquino,
despreciando a los demás...
Cuando la Muerte le vino
se portó como un iluso
creyendo que sus días
no iban a acabar jamás.
Y en los últimos momentos
se le despejó la mente,
repasó toda su vida
y se dió cuenta de repente
que esa vida de soberbia
se la dictaba su mente
la cual no supo educar,
que vivió sin ton ni son
una vida de demente
por una enfebrecida mente...
Y murió como un bufón.
25/02/07 VLC
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