3 nov 2007

UN GRITO DEMENCIAL

Muchas noches paseaba
por un secundario camino
que rodea un cementerio
y se adentra entre los pinos.
Nunca tuve el temor
de pasar por el campo santo.
Al contrario, me gustaba
por el inmenso silencio
que este lugar emanaba.
Pero, una noche de tantas
oí un grito gutural.
Se me erizaron los pelos
y empecé a sentirme mal.
¿Fué un grito, un lamento
o algo muy similar?
Me lancé al duro suelo
para poder atisbar
sin que esa cosa me viera
y me pudiera atacar.
Ví una figura grotesca,
a la que no distinguí bien,
pues las sombras de la noche
me impedían vislumbrar
si era simio, fantasma,
un espectro, un animal...
Sólo sé que al ver su forma
mi cuerpo empezó a sudar,
ese sudor que da el miedo
cuando te sientes en peligro
y nadie te va a ayudar.
Saltaba como un poseso
con movimientos grotescos,.
como buscando un pretexto
para descargar su furor.
Al mismo tiempo emitía
un quejido lastimero,
como de animal herido.
Lo contemplé un buen rato,
con miedo, con amargura,
porque a fuerza de fijarme
en esta noche tan oscura
acostumbré a mis ojos
a distinguir su figura,
y me dí cuenta de pronto
que era una criatura.
Se me hizo la noche eterna,
me ahogaba con tanto miedo,
pensaba sin raciocinio,
con la mente abotargada.
No me atrevía a moverme,
ni siquiera moví un dedo.
Al día siguiente leí
en un periódico local
que se había fugado un preso
enfermo de un hospital,
con una tara elevada
de enajenación mental.
Cuando leí la noticia
por fin respiré tranquilo.
Pensando que eran fantasmas,
almas en pena, espectros...
por los gritos desgarrados
e infrahumanos que emitía
pasé una horrible noche,
sin pensar que era humano.
¡No tengo perdón de Dios,
y ahora me maldigo!
Por no poder distinguir
una pobre mente enferma
me pasé toda la noche
echado en un barrizal.
¡Ojalá que no termine
como el pobre del hospital!.
Vlc.3/3/07

QUÉ BONITO ES SOÑAR

¿Cuántos sueños se han truncado?
¿Cuántas ilusiones muertas?
Cuando con el paso los años
te vuelven a la realidad,
te cierran con violencia
los sueños y la inocencia,
te destrozan tus creencias
y ponen al descubierto
tus miserias y carencias,
y eso es la realidad.
¡Qué distinto que sería
si antes de soñar pensamos
que Dios nos dió mente y manos!,
los dos preciosos tesoros
que tiene la humanidad
para vivir con decencia,
no soñar con impaciencia,
¡que los sueños son ficticios,
y esa es la cruel verdad!
Pienso que no será malo que sueñes
aunque después tengas que despertar
y pienses con amargura
que nada ha sido real,
que los sueños son ficticios,
que nos llevan a otros mundos,
nos hacen sentirnos vivos,
capaces de conseguir
las cosas que más añoras,
aunque al despuntar la aurora
te enfrentes a la realidad
y descubras con amargura
que solo fue un sueño.
Uno de tantos...uno más,
y que nada es verdad.
A pesar del desencanto
y de ilusiones perdidas
¡qué bonito es soñar!
Yo pienso que estoy soñando
y esto me mantiene vivo,
por eso grito con rabia:
¡Qué bonito es soñar!

APRENDAMOS DE LAS AVES

Cuántas veces hemos visto
cuando miramos al cielo
grandes grupos de avecillas
que con velocidad endiablada
cambian mil veces de rumbo
formando en el azul del cielo,
y cambiando en un segundo
en un sinfín de arabescos
con matemática precisión
sin chocar unas con otras.
¡Son dignas de admiración!
Estos seres diminutos
nos enseñan en minutos
lo bonito de la unión.
Y cuando son migratorias
todas en formación
se dirigen hacia el norte
o el sur, según la estación.
Todas hacen una piña
para llegar al destino
y buscar el sitio idóneo
para elaborar su nido.
Defienden a sus polluelos
aunque les cueste la vida.
Unas pescan, otras matan,
es el instinto el que les manda.
La mayoría de las veces
lo hacen por supervivencia.
No son como los humanos,
son seres nobles, con pureza.
¿Acaso el ser humano tiene esos dones?
¡Jamás!.
No es capaz de caminar
cuatro pasos junto a otros
si no le mueve el deseo
de sacar algún provecho,
de robar para su lucro,
de matar, algunas veces por gusto.
Las aves que van formando
estos bellos arabescos
todo lo hacen por instinto,
pues nadie las enseñó.
Estas cosas no se aprenden,
hay que nacer con ellas,
y estos seres diminutos
nos enseñan a creer
lo que el mundo puede ser.
De todas estas conjeturas
que parecen cosas tontas
no pensaríamos lo mismo
si supieramos con certeza
que andamos hacia el abismo,
por nuestra mala cabeza,
sin poderlo remediar.
¿Si Dios nos creó castos y puros,
nobles, buenos,sin malicia,
por qué no seguimos lo mismo?
Sin rencores, sin envidias,
sin odios, sin soberbia...
Si no somos razonables
y encontramos solución,
el día menos pensado
terminaremos todos
de comida para aves,
y eso bien lo sabe Dios.
Vlc. 2/3/07

EL CAMINO

Dejé mis sueños volar
creyéndome afortunado.
¡Qué triste fue el despertar!
cuando comprobé que tu
no yacías a mi lado.
¿Qué mal viento te sopló?
Para abandonar la alcoba
¿encontraste algo mejor
que este ser que aún te adora,
que te quiere con delirio,
que solo por verte feliz
es capaz de afrontar
los mayores sacrificios?
¿Acaso te traté mal?
¡Ah, no!, ya lo comprendo:
ese ser despreciable y mezquino
que se cruzó en tu camino,
que con palabras zalameras
nubló tus entendederas,
y por mucho que tú quieras
no puedes huir de él.
No lo puedo asimilar.
Si siempre fuimos felices
por qué tuviste que oir
esos cantos de sirena
de ese bufón repelente
que lo mejor que sabe hacer
es dar malvivir a la gente;
que se cruzó en tu camino
para hacernos malvivir.
Ese necio y engreído
que siempre va harto de vino.
¡Y tú, pobre ignorante!
Caíste en la tela de la araña
nada más verle llegar,
y se dió ladina maña
para poderte atrapar
cruzandose en tu camino.
Esto no tiene remedio
y lo tengo que afrontar.
Tengo que vivir mi vida
y seguir con mi destino,
por un repelente borracho
que te llenó la cabeza
de sueños y desatinos,
y tuviste la desgracia
que se cruzó en tu camino.
Vlc. 2/3/07