Hay pasajes en la vida
que te alegras de vivir.
Otros que no los deseas
ni siquiera recordar
y mentalmente te esfuerzas
en poderlos olvidar.
Y es que el Mundo es así...
Tiene cosas que te agradan
y que te hacen feliz.
Otras que las odias tanto
que no las puedes sufrir.
Y entre sí y el no andamos
inmersos con gran ceguera
como inmenso remolino
formado por la marea.
Cada ser en su cabeza
da vueltas a tantas cosas
que no acierta a definir
cual es más beneficiosa.
Hacemos dudar la mente
que se vuelve recelosa,
lo mismo que un marido
que no fía de su esposa,
no se atreve a decidir
y se vuelve muy medrosa.
Con tanta indecisión
no me extrañaría nada
que cada uno de nosotros
se aferrara a sus creencias
para terminar con todo
y con los miedos que le acosan.
Tenemos que ser conscientes
de que esto no es vivir,
poner en orden la mente
y dejarla decidir.
Sin agobios, sin premura,
con entera libertad,
que le hagamos comprender
de que vamos a cambiar,
que seremos mas sociables,
sin egoísmos, sin mentiras,
y así se esfuerce en sacarnos
de este enorme remolino
antes de que nos arrastre
a un final sin destino.
Xilxes, julio 2007