Por la puerta del este entró aquel moro
arrebatando mi honra
y mi decoro.
Por la puerta del norte salió el cristiano
para vengar la ofensa espada en mano.
Espero deseosa se abra la puerta,
se lleve la duda,
traiga respuesta.
No puedo perdonar a quien me ultrajó,
pero sí bendecir al que me vengó.
Por la puerta entreabierta entró el cristiano
con la espada sangrante prieta en la mano.
José Genovés Tolsá