1 dic 2007

LUCRECIA

¿Que donde nos conocimos?
¡No quiero ni recordarlo!
Debió ser en un pueblo
sin iglesia y campanario
dode yo apaciblemente
dejaba pasar el tiempo
contemplando la campiña
y lleno de paz por dentro.
¿Qué mal hado te guió
que pasaras por mi puerta?
No sabes como me jodió
el maldito mosca muerta.
Los principios fueron buenos:
cuando compartimos cama,
me llenabas de caricias, de ternezas,
yo te correspondía,
como lo haría una oveja.
Fueron tiempos muy felices,
no lo podía creer.
Tú, hermosa como un cisne,
como un amanecer,
y yo, pobre hombre,
con muy poco que ofrecer.
Pero ¡ah, maldita,
pronto descubrí el engaño!
No lo hacías por cariño,
y tampoco po amor.
Eras una calientacamas,
lo hacías por diversión.
Tu cuerpo no sentía nada,
era como el mármol,frío,
te acostaste con más hombres
que peces hay en el río.
¡Bien me engañaste, pendejo!
Me dejaste bien jodido.
Yo que daba gracias al cielo
por creer no merecerte,
y ahora me sales con éstas...
No llores, no puedo creerte.
Tu cuerpo es una belleza,
pero tu mente un averno,
lo que sale de tu boca,
es el fuego del infierno.
No me vengas con halagos
ni tampoco con finezas,
tu cuerpo es una mentira
de los pies hasta las cejas.
No siento nada por tí,
me llenaste de vergüenza,
yo presumiendo por doquier
de machote, ¡vaya mierda!.
En vez de estar presumiendo
debiera estar comiendo hierba (por burro)
Bien que se habrán reído todos
de mi petulancia necia.
Esto te lo debo a tí,
a tí, mi maldita cenicienta.
¡Olvídame, no te conozco!
No te pares en mi puerta,
pasa de largo y no sonrías,
que me llenas de vergüenza.
Arruinaste mi vida
y arrastraste mi hombría,
tú, tú, maldita mosca muerta.
Por eso yo te maldigo
y te odio con todas mis fuerzas.
Pasé de ser un buen hombre
a ser menos que una mierda.
Todo te lo debo a tí,
mi mal querida Lucrecia.
27/11/07

SE CONVIRTIÓ EN HALCÓN

¡Como me duelen los ojos!
Qué escozor que siento en ellos
tanto tiempo hanegados
con lágrimas de dolor,
por no ser correspondido
con los mismos sentimientos
que siempre tuve contigo.
Quisiera encontrar el filtro
que acercara tus sentidos
hasta los que siento yo.
Yo que siempre salí airoso
en mis lances amorosos,
siempre nobles, por supuesto,
sin faltar a la honradez,
verme ahora marginado
como algo que se ha usado
y no sirve para otra vez;
verme ahora vencido,
de tu estima descendido,
por declararte mi amor
y no ser correspondido.
¡No debí de flaquear!
Ni abrirte mis pensamientos,
más sabiendo que tu mente
vagaba en otro universo.
¡Que bien que te aprovechaste!
Al confesar mi flaqueza
te diste ladina prisa
en atacar mi torpeza,
y clavar entre mis carnes
tus duras garras de halcón.
Dejaste mi cuerpo herido,
lleno de heridas sangrantes,
por desgracia sin remedio
de poder regenerarse.
¡Ya no vivo para amarte!
Ni siento odio hacia tí.
Solo siento una gran pena
de que terminara así.
Tú te burlaste de mí,
te ensañaste con malicia...
¿No te paraste a pensar
que no fuí yo quién te hizo así?
Que fue aquel ser malnacido
que cargado de experiencia
deshojó tu dulce inocencia;
cogió de tí lo que quiso,
sin mediar ningún permiso,
y después, te abandonó.
¡Y eso que te lo advirtieron!
Te volviste irascible,
se te alteró la razón,
gruesas capas de rencores
cubrieron tu corazón.
Llegaste a aborrecer
a los que bien te querían,
como si fueran culpables
de lo que aquel mal ser te robó.
¿Y por culpa de esas cosas
tengo que pagarlo yo?
¡Mírame, recapacita!
Sabes que siempre te amé.
Yo amé a una niña dulce y buena,
con una mente serena,
que por culpa del destino
se ha convertido en halcón,
y a pesar de que aún la quiero,
sollozando amargamente,
tengo que alejarme de ella,
o será mi perdición.
26/11/07

QUIERO ROBARTE UN BESO

¿Cuántas veces he pensado
en meterme de soslayo
sin que nadie se dé cuenta
dentro de tu habitación?
Muchas, muchas sé que han sido,
muchas, muchas más se las que son.
Por ver tu cuerpo desnudo,
reposando dulcemente.
te veo entre gasas y velos,
difuminado tu cuerpo.
Algo nubla mis sentidos,
me incita a reposar contigo
y poder robarte un beso
sin que te hayas de ofender.
Quisiera yacer a tu lado
no sentirme rechazado
llenar tu cuerpo de besos,
ese cuerpo de mujer
que me aturde, que me abruma,
que me llena de emociones
y que en la dulce penumbra
me esfuerzo por poder ver.
Quisiera yacer contigo
sentir la dulce tibieza
al contacto de los cuerpos
sin que haya pecado en él,
y por supuesto que en ello
tengas nada que perder.
Que sea un contacto sano,
honesto, consentido, esperado,
largo tiempo deseado,
que nos dé paz y sosiego,
que nos relaje a la vez
los músculos castigados
de una dura y tensa espera,
y así podamos amarnos
en esta noche primera
tibia de la primavera,
podamos sentirnos libres
de tabús y viejas leyes.
¡Abracemos nuestros cuerpos
con amor y con respeto!
Disfrutemos de la noche
hasta un nuevo amanecer.
25/11/07